¿Cuántas fotografías te has tomado este mes?: ¿5, 10… más? y ahora: ¿cuántas de ellas has subido a redes sociales? A Instagram, por ejemplo… Podría apostarte que solo has montado 2 de cada 5, y esto se debe a que ahora tenemos un acceso multitudinario a las memorias de teléfonos ilimitadas o al menos con gran capacidad, o sino a la nube que las guarda todas y poco a poco elimina las que ve que no queremos o necesitamos… en pocas palabras: lo olvidamos todo rápidamente. Para evitarlo, ha llegado Kiipix, una «impresora2 muy revolucionaria.
La inmediatez y el estilo vintage:
Nuestros momentos con amigos, familiares y demás, solo están detrás de una pantalla del dispositivo con las que las capturamos… y lentamente se ven pérdidas en el océano de imágenes que guardamos y que no siempre son la mejor decisión, digo, en temas de espacio. Y es que nuestros colegas de Tommy Internacional mezclaron la sencillez y la inmediatez en un pequeño artículo que se plega para caber en la cartera de la mujer más recatada, y su funcionamiento no requiere de absolutamente nada más: energía, baterías… ¡nada!
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Y de seguro te preguntarás : ¿entonces cómo es que logra «imprimir» las fotografías? Y para responderlo debes saber algo más: tampoco usa ningún tipo de tinta. Lo que pasa es que el brillo del teléfono consigue una excelente coordinación con el papel de revelación o polaroid (que se ubica en la ranura del Kiipix) al poner la imagen hacía abajo. Luego se presiona el botón y veremos como las fotografías salen en pocos segundos, sin necesidad de ponerles ningún otro tipo de filtro.
Es tan novedoso, entretenido y fácil de cargar, que estoy a punto de comprarlo, porque sí, se encuentra a la venta y disponible para el público en general.
El Kiipix no es una impresora, ni una cámara, pero juega tan al lado de las fotografías, que de seguro se convertirá en la adicción de muchos a los que nos gusta estar al pendiente de Instagram. Nos resta esperar un poco por las actualizaciones y ver de qué modo se puede hacer más pequeño y portable (aunque ya lo es). Pero hemos tomado la costumbre de adelantarnos incluso antes de probarlo.
