Existe una diferencia abismal entre un producto que se vende por la necesidad de los clientes y uno que causa emociones durante el proceso de adquisición. Y es que esa economía de las sensaciones como nos gusta llamarla, será la fuente de ingresos de los corporativos. Tendrá que existir un departamento creativo que se encargue de los estudios y de la visualización. Y de formas de captar la atención de los clientes a fin de que realicen cierta acción. Nuestro producto de hoy, es un ejemplo ilustrado de ello: ¡The Crab ha llegado!

Los gadgets que todos amamos

Si actualmente emprendes tu propio negocio, tienes que saber que la forma de vender ha cambiado para siempre: y es que aunque muchos no quieran admitirlo ni sigan por esa misma línea. Ya no puedes simplemente poner tu negocio en la nube y esperar a que lleguen las personas, ahora tienes que demostrarle que le ofreces una experiencia renovada y que puedes conseguir llegar mucho más lejos que la competencia: ¿qué tiene de innovador?, ¿cómo llamarás su atención hasta lograr que lo compre?

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Cual es la novedad

Estas preguntas hacen parte del proceso de fabricación de The Crab, un novedoso y muy entretenido juego de utensilios para distintos propósitos: tijeras, pequeñas sierras de corte, materiales para ajustar y un sinnúmero de de otros elementos que siempre nos hacen falta en casa. ¿La diferencia?: que todo está condensado en lo que sería una extraordinaria figura de cangrejo que causa un poco de risas. No porque sea ridículo, sino porque es lo suficientemente divertido para querer tenerla también como adorno en nuestro hogar.

Cuenta con un cuerpo de madera de haya y 6 multitools, uno de ellos con destornillador de cabeza plana de 3/16. Sus patas son inmóviles, mientras que su estructura compacta refleja la durabilidad de la misma, y una estabilidad completamente medida a cada instante.

Nos gustaría ver qué van a hacer el resto de fabricantes cuando se convierta en un «best-seller» en el mercado y les toque reinventarse. Estamos seguros de que la industria se volverá un constante juego creativo donde solo ganará quien logre sorprender. Y las empresas estarán colmadas de personajes creativos quienes serán el motor del movimiento monetario.