En el mundo del diseño de páginas web, una de las funciones que muchas veces no sabemos aprovechar en nuestros primeros pasos son los subdominios. Un buen plan de hosting para tu página web tiene, entre sus características importantes, la posibilidad de indexar subdominios al sitio en donde tenemos alojamiento. Muchos usuarios no utilizan los subdominios porque no conocen sus utilidades, por eso te contamos qué son y para qué pueden ayudarte en tu diseño de página web.

Los subdominios son grupos de palabras que se encuentran antes del dominio principal. Sirven como anexo y tienen finalidades organizativas y de administración. No se trata únicamente de etiquetar las distintas partes de una página, sino que ayudan a controlar el tráfico del sitio, pero hay que hacer una buena configuración para aprovechar dichas ventajas.

Consejos fundamentales para subdominios

Nunca hay que armar un subdominio que redirija al usuario al dominio principal. Este es un error muy común, pero hay que evitarlo porque cuando Google analiza estos datos, lo que considera es que estamos duplicando contenido y termina sancionando al sitio.

Si dentro del dominio hay varias secciones, pero ninguna cuenta con un tráfico llamativo, siempre es mejor esperar y mantener todo dentro de un mismo dominio principal. Solamente hay que crear subdominios cuando lo que deseamos es gestionar mejor el tráfico entre un tipo de contenido y otro.

Puedes crear un subdominio para añadir un foro a tu sitio web, o para una sección de ventas. El objetivo es que la gente pueda navegar de forma más cómoda y simple entre las opciones, así que siempre apunta a palabras cortas y clave para la navegación.