Solo nos basta revisar el catálogo de las grandes industrias del diseño y las innovaciones, para darnos cuenta de que la apuesta por hogares inteligentes, es cada vez mayor.
Por eso hoy tenemos el gusto de presentarte a Triby IO, desarrollado por nuestros compañeros de Invoxia.
Que apuesta por la modernidad, la sutileza y la utilidad de las cosas sin salir del hogar.
Triby IO un centro inteligente en un recuadro adherente
Los productos inteligentes componen una de las grandes proyecciones a un futuro que ya se ha comenzado a vivir en las más importantes capitales: edificios controlados a distancia en New York. Torres giratorias en Dubai, complejos automatizados en París, y una colección infinita de proyectos que se desarrollaran incluso antes de que termine la década. ¿Pero qué es lo que nos atrae?: pues precisamente lo nuevo, y el que artículos tecnológicos hagan lo que nosotros solíamos hacer.
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Y es que Triby IO no se queda atrás con este propósito y nos trae una opción divertida, sencilla y mucho más económica que Google Home o Amazon Echo.
Y junta la singularidad de las múltiples necesidades, con lo íntegro de las posibles soluciones: posee botones programables e integración con Alexa y lo mejor, sin ocupar demasiado espacio ya que se adhiere (mediante un imán) a superficies metálicas, por ejemplo, mientras cocinas.
Puedes programar tu canción o estación de radio favorita para despertarte, e incluso hacer que te muestre el clima.
Gracias a sus conexiones inteligentes, Triby IO puede conectarse con la iluminación.
A fin de encender diferentes espacios con lámparas HUE.
Además puede preparar su café y encender el calentador de tu baño antes de tomar la ducha.
De esta manera lo único que tienes que hacer, es preparar tus cosas y estar listo para salir de casa, con la tranquilidad de tenerla controlada.
Triby IO nos demuestra el gran universo de posibilidades que tenemos con la inteligencia artificial.
También el modo en el cual los grandes corporativos le apuestan a la automatización de las cosas que eran una labor más en nuestras agendas.
Queda la pregunta: ¿Llegará el día en que no tengamos que mover un dedo para realizar lo habitual?
