Cuando creamos una página web, la primera medida y también la más importante es registrar nuestro dominio ante la ICANN, mediante el servicio de WhoIS y verificar tu dominio . Y es que a pesar de que muchos no creen en su importancia, es la segunda causa de cierre de sitios en línea debido a una falta de actualización de la información y los datos de propiedad.

De esta manera y siendo una regla, que además trae consigo una ley internacional de fondo, te enseñamos cómo realizar este trámite y evitarte problemas.

1. Comprobando tu correo electrónico para verificar tu dominio:

Cuando registres tu dominio, el proveedor tiene la obligación legislativa de enviarte un email con los datos de confirmación de la propiedad. Es por esto que al momento de adquirir una extensión de cualquier clase (.com; .org; .es; .co), lo tienes que hacer con un correo electrónico de confianza, ya sea personal o empresarial, a fin de que las nuevas actualizaciones, alertas y demás, puedan estar en tu bandeja de entrada.

Sino lo has recibido, checa tu pestaña de SPAM o busca un mensaje como este: «Verifique su dominio lo antes posible», y recuerda poner la dirección remitente en tu lista de contactos para que no vuelva a ser tratado como basura por los proveedores.

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2. Siguiendo los pasos del enlace:

Muchas veces no llega un enlace, sino un grupo de pasos para hacerlo más seguro. Generalmente no hay más que unos cuantos datos, que nos llevan al sitio de WhoIS. Con completarlos y enviarlos bastará y la plataforma informará en caso de que haya algo más que hacer.

3. Sino hay enlace ni email para verificar tu dominio:

En caso de que no hayamos recibido ningún email, ni mucho menos los ‘pasos a seguir’, podemos entrar a nuestra cuenta de registrador y crear una solicitud (o ticket) para que nos envíen dicho email. De igual modo podemos crear una página especial dentro de la cuenta, con los dominios que hemos comprado y activar funciones especiales de manera gratuita, para que se nos enseñen las alertas de parte de la ICANN.

Si te preguntas para qué sirven los datos recolectados, estos son útiles en caso de querellas legales, problemas con proveedores, vencimientos y para tener un control de quién y por qué está publicando algo en la nube.