Agua potable en el acto.

Asegurarte de que el agua de un pozo o de una fuente es apta para beberla puede llevarte apenas unos minutos si te haces con uno de estos esterilizadores de bolsillo.

Se trata de un invento especialmente práctico si eres de los aficionados a viajar por países no desarrollados o bien si lo tuyo es salir los fines de semana a la aventura por bosques y montes de nuestra geografía nacional.

El nombre del artilugio es SteriPEN, y pese a su reducido tamaño, tiene la facultad de conseguir eliminar todas las bacterias del agua de un recipiente a través de rayos ultravioletas con tan solo introducir uno de sus extremos durante unos segundos.

Sin embargo, esta tecnología no es nueva ya que hace unos años diferentes expertos ya propusieron aplicarla en países del Tercer Mundo para evitar la muerte de determinadas poblaciones a causa de la ingestión de agua contaminada.

Así, la desinfección a través de rayos ultravioletas es un proceso físico que no afecta ni el color ni el sabor del agua. El proceso que se produce es sencillo: la radiación incide en el ADN de las bacterias presentes en el agua impidiéndoles dividirse y causando su muerte.